El sabor tradicional en tu plato

Córdoba, como buen ejemplo de gastronomía andaluza y mediterránea, posee numerosos productos alimenticios de alta calidad y, a muy buen precio, lo cual puede convertirse en un motivo más para no querer abandonar la histórica ciudad una vez se han degustado.

Si tuviésemos que escoger un adjetivo para definir la comida tradicional cordobesa deberíamos utilizar, sin duda, la palabra diversidad. Y es que la situación estratégica de esta provincia le permite obtener productos de todo tipo.

Come bien, come sano

Para muchos críticos y entendidos, Córdoba es la capital gastronómica de Andalucía por excelencia. Hoy en día, aún puede notarse la influencia musulmana en los ricos sabores y olores de sus platos.

Como elemento estrella de los platos de la provincia encontramos el aceite de oliva. Aceitunas de CordobaSus cultivos se extienden por buena parte del territorio, y su uso es ilimitado, ya sea en ensaladas, salmorejos, frituras o, en general, en todas las especialidades de su cocina. Dos de los aceites de gran calidad con denominación de origen son Baena y Priego de Códoba y Montoro-Adamuz, que con su aroma y sabor afrutado contribuyen a realzar el sabor de los demás alimentos.

Pero aparte del aceite, la cocina tradicional cordobesa se basa en productos del campo. De las huertas, destacan las habas tempranas, las alcachofas, tomates, etc. Y es muy común en las épocas de calor encontrar frías sopas de hortalizas, como el gazpacho o el salmorejo.  

Como buenos andaluces, saben combinar perfectamente la gran variedad de productos del campo con carnes y pescados. Y es que de la Sierra se obtienen exquisitas piezas de caza y ganadería con las que cocinar, por ejemplo, el tradicional estofado de rabo de buey, la chafaina cordobesa, la olla cordobesa o el cordero en caldereta. Pero si lo que te vuelve loco es el embutido, en Córdoba destacan jamones de cerdo ibérico del Valle de los Pedroches, el lomo y el salchichón de Pozo Blanco y las morcillas de Fuente Ovejuna e Hinojosa.

Del Valle del Guadalquivir y la Campiña se obtienen los cereales, frutas y leguminosas básicas para una alimentación sana y saludable. Además, su situación geográfica le permite tener siempre pescado fresco en las vitrinas de sus mercados.

Postres deliciosos

En cuanto a los dulces, Córdoba no tiene nada que envidiar al resto de provincias. En sus postres también se nota la gran influencia árabe. Destaca, entre otros, el Pastel Cordobés, un dulce a base de hojaldre y cabello de ángel, al que algunos añaden jamón.

El Membrillo de Puente Genil, elaborado a base de una fruta similar a la manzana es otro de los platos dulces típicos. Los Roscos de Priego, los Merengues de Aguilar (a base de clara de huevo batida a punto de nieve), los Pestiños, los Alfajores, hechos con miel y almendras, los Polvorones o las Perrunas de Manteca, son buenos exponentes de lo que el turista podrá disfrutar durante su estancia en esta ciudad, en la que se necesita coger fuerzas de la mejor manera posible para visitar sus maravillosos lugares.